Nuestro cuerpo es como un envase en el cual se va acumulando todo lo que nos sucede a lo largo de nuestra vida, tanto lo bueno como lo malo, en mayor o en menor grado. Prácticamente estamos experimentando en todo momento distintos niveles de tensión corporal, movimientos de expansión y de contracción, que van desde la relajación total hasta la fuerza necesaria para confrontar alguna situación difícil o de peligro.
Según la exposición ante estos eventos quedará registrada una menor o mayor información (trauma) que se manifestará a través de contracciones, tensiones, malestares, mismos que van dando forma literalmente a nuestro cuerpo, determinando posturas corporales y nuestra forma de mostrarnos al mundo.
Las corazas musculares retienen la energía de la emoción frenada y tienen como función primordial la defensa ante situaciones dolorosas, sin embargo se requiere una cierta cantidad de energía para mantener funcionando dicha coraza, es como un circulo vicioso que drena nuestra energía….

Una forma de intervenir en estos nudos físico-emocionales es a través del movimiento basado en los centros de energía. Este sistema esta diseñado para intervenir directamente en los distintos tipos de corazas alojadas a lo largo de los distintos centros energéticos, de tal forma que, se pueda liberar la obstrucción, fluya la energía, recuperando vitalidad, bienestar, capacidad de movimiento , entre otros beneficios.
El asunto no radica solamente en la zona bloqueada, si partimos de que todo nuestro cuerpo esta interconectado, órganos, músculos, nervios, arterias, etc. Dado lo anterior, si una zona no puede cumplir su función primordial de manera normal habrá otra que tenga que entrar al quite, que tendrá que hacerse cargo de aquella disfunción, lo que aumenta el consumo de energía para desarrollar una una misma función, por lo que ahora tenemos el bloqueo primario por la disfunción misma y un bloqueo secundario por la sobrecarga, lo que a la larga provoca agotamiento y debilidad, mayor facilidad de contraer enfermedades, etc…

Prácticamente todo lo que existe en este mundo, incluyéndonos, esta formado por átomos y su característica primordial es su constante movimiento espiral de la energía que llamamos vibración. De la misma manera que la coraza fue condicionada al momento de su creación se puede ir desmantelando ese nudo energético a través del movimiento.

El objetivo del movimiento expresivo, entre otros, es activar, expresar, tomar conciencia e integrar la energía de los distintos centros a través del movimiento y la alineación del cuerpo. Gracias a su dinámica la persona puede conectar con todo su ser: con su vitalidad, su fuerza, con la alegría y la expansión que produce; con su dolor, con la rabia, con la necesidad de sentirse acogido y expresarse sin juicio, con la capacidad de dar y recibir, con el cariño y la ternura, con el contacto de los demás y la necesidad de sentirse aceptado.

Es por eso que esta dinámica de movimiento genera la sensación de bienestar, de alegría, capacidad de disfrute, vitalidad, facilidad de expresión, ya que, al liberar los bloqueos energéticos permite recobrar el flujo natural de la energía en el cuerpo.

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Espero que podamos movernos juntos muy pronto!

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